Yo no sé vosotros, pero a mí me ha dado...
¿Que qué es?
Después de revolcarte cual croqueta en la arena, acostarte a las tantas y no levantarte de la cama
hasta que te diera la real gana, está claro que retornar a la rutina del trabajo con un rígido horario laboral y el cúmulo de responsabilidades y exigencias que se te viene encima, deprime a cualquiera.
Bueeeeeno, supongo que veremos a los amigos, y tal y tal...
Pero aun así, odio la noche domingo-lunes.
(Esta viñeta es de las vacaciones de verano, pero uno se siente igual)... Por cierto, el horario que viene es el mismo... Menos mates e inglés, que están cambiados.
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